Muchas veces parece que todo va viento en popa, pero en ese momento algo sale mal, una pequeña tontería que destruye todo el trabajo realizado.
La semana pasada mi compañera y yo tuvimos que cambiar el proyecto que estabamos realizando, ya que los ordenadores no disponían del sistema operativo necesario para poder aplicar las ideas que teníamos en mente.
Así que tuvimos que volver a pensar algo y empezarlo todo de nuevo. Gracias a nuestro profesor, empezamos con una nueva idea, queríamos demostrar a nuestros compañeros lo fácil que era entrar y ver los datos de sus aparatos electrónicos (desde lo que están viendo hasta imagenes y contraseñas) cuando se conectan a un wifi público, como el de un centro comercial, el de un restaurante o el de un hotel.
Nos pareció interesante así que decidimos empezar a investigar. Después de descargar los programas que necesitábamos, todo parecía ir bien, pero nada es tan fácil como parece.
Así que una vez más entramos en un laberinto sin salida. Empezamos a tener problemas y nos dimos cuenta de que no lo podíamos hacer.
Y aquí estamos a pocas semanas de la entrega del proyecto sin rumbo a ninguna parte
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